Conducción a vela, ¿sabes qué es y cómo ayuda al bajo consumo?

¿Alguna vez has escuchado hablar sobre conducir en modo vela?, puede se trata de un modo de conducción en donde se emiten menos residuos contaminantes. Es un sistema que no tiene muchos años en el mercado y hace a los vehículos más ecológicos y con mejor rendimiento.

No es un secreto que en los últimos años la pugna por reducir la emisiones de gases contaminantes y el consumo de combustible es de vital importancia para los conductores de las grandes urbes. Además, el control de emisiones en programas como la verificación vehicular hacen aún más necesario poner mayor atención en este sentido.

Pues frente a este panorama, la conducción en vela se presenta como una de las alternativas entre otras como los autos eléctricos, híbridos y los que usan combustibles menos contaminantes.

¿Qué es la conducción en vela?

En términos generales la conducción en vela es ese momento en el cual el vehículo se desplaza con la inercia de movimiento producida por el motor y/o ayudada por alguna pendiente en el camino. Usualmente se contempla también el conducir en punto muerto para reducir aún más el esfuerzo del motor y la emisión de gases contaminantes.

Debemos aclarar que si bien el motor no consume combustible circulando en vela, el motor sigue trabajando aunque no lleve la potencia a las ruedas. Un ejemplo claro de este trabajo, es el freno de motor, es decir, el vehículo se va deteniendo poco a poco aunque no presiones el freno.

El freno del motor se produce debido a la fricción de los elementos de combustión. Los pistones no dejan de moverse y tienen un roce con la caja de combustión, este fenómeno al final detiene el auto. De esta forma será inevitable que el vehículo se vaya deteniendo, aunque será difícil de notarlo si la calle tiene una pendiente, pues ésta puede acelerar el descenso de nuestro vehículo.

Funcionamiento de la conducción a vela

Y es precisamente en este punto donde el sistema de conducción a vela entra a hacer su magia. Este tipo de conducción, considerada ecológica, busca que el roce de los elementos del motor no provoquen la pérdida de velocidad. Para ser más claros, buscan lograr que la inercia de movimiento ya producida por el motor dure más tiempo y se conduzcan varias decenas de metros en conducción en vela, sin consumo de combustible y sin emisiones de gases contaminantes.

La conducción en vela también debe encargarse de reconectar el motor en el momento que el conductor presiona el acelerador o incluso el clutch del auto. Esta operación se realiza de forma automática y en segundos de modo que el conductor ni siquiera se percate.

¿Y los demás elementos dependientes del motor?

Existen sistemas como la dirección asistida, asistentes de frenado entre otros, los cuales dependen del funcionamiento del motor para trabajar con regularidad. Es decir se alimentan de la energía producida por el motor o bien su trabajo radica completamente en monitorear el desempeño del motor.

Para estos sistemas existen algunos ajustes en la configuración del funcionamiento del auto en general. Casi siempre se agregan a un sistema eléctrico adicional que los alimenta mientras se conduce en modo vela, para evitar un situación de riesgo.

¿Punto muerto = conducción en vela?

No nos podemos ir sin aclarar que conducir en punto muerto no es lo mismo a conducir en vela, entre otras razones, porque puede resultar peligroso. Sin el motor engranado a alguna velocidad perdemos un poco el control de velocidad y en caso de una emergencia, la reacción será más tardada.

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El punto muerto como ya se mencionó en otro artículo, acrecienta el trabajo de los frenos y pueden llegar a presentar fallas. Además, al conducir de esta forma el motor sigue trabajando, a una menor potencia y con menor consumo pero al final el costo beneficio puede resultar no tan conveniente.

Como conclusión, conducir en punto muerto y su ahorro de combustible, no compensa el riesgo y los mayores desgastes en frenos y otros sistemas. Para que se trate de un verdadero ahorro se necesita un sistema automatizado, como lo es la conducción a vela.

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